Viajazos!: 8 de los hoteles más originales del mundo. 2ª parte

Alojarse en un faro de Noruega

En un promontorio rocoso cerca de los fiordos occidentales, Kråkenesfyr es el punto perfecto desde el que ver la hermosa costa de Noruega. La habitación más codiciada es la suite en la planta superior del propio faro. Es una sala circular, con vistas panorámicas al mar. Las otras habitaciones ocupan la cabaña del antiguo farero.Viendo la inmensidad marina y la olas rompiendo abajo, es fácil imaginar la soledad de la existencia del farero. Sin embargo, los faros son una llamada a refugiarse de los elementos. Tonos cálidos y muebles de madera de pino escandinavo transforman la estancia en una espléndida experiencia de aislamiento perfectamente adaptada a esta costa salvaje.

Sumergirse en el arte en Dinamarca

A no mucha gente se le permite meterse dentro de su obra maestra preferida...pues eso es justamente lo que sucede en el Hotel Fox de Copenhague. Las habitaciones son obra de 21 artistas gráficos de renombre internacional e ilustradores. Lejos del anonimato enervante de tantos hoteles, cada habitación en el Hotel Fox tiene su propia identidad y nombre. La sala 206 se llama el éxtasis y está dominada por una sensual sirena de cabello negro en la pared. Al final del pasillo está la sala 202. Esta sala nos envía de vuelta a un corralito infantil con una colcha de bebé, un colgante de colores primarios y brillantes juguetes móviles. Luego está la habitación 409, que se llama Heidi y es un homenaje más de la parte superior de la vida rural suiza, y la 504 en el piso inmediatamente superior tiene como tema el boxeo.

Pasar la noche con un conde de Transilvania

Debe ser difícil vivir a la sombra del vampiro más famoso en el mundo, pero el dueño de la propiedad Count Kalnoky, el Conde Tibor, lo lleva con aplomo. Se encuentra en el pueblo rumano de Miklósvár. Muy bien decorada, al estilo de las casas de campo antiguas del siglo XIX. La estancia tiene como objetivo conectar la vida del pueblo local con el mundo exterior. Es posible, por ejemplo, pasar el día con los apicultores locales, el herrero, o elegir entre una gran variedad de paseos por la naturaleza. Por la noche al conde le gusta agasajar a sus invitados con historias de fantasmas.

Alojarse en un iglú de vidrio en Laponia

Los hoteles de hielo pueden haberse convertido en los iconos de alojamiento para el Ártico, pero el hotel de Finlandia y Kakslauttanen Igloo Village podría cambiar todo eso. Aquí encontraremos iglús de cristal durante todo el año, un toque creativo en la arquitectura tradicional de Laponia. Lo más maravilloso es que te acuestas en la cama debajo de termo de vidrio y puedes observar un cielo nocturno increíble, sintiéndote calentito aún cuando la temperatura exterior baja de cero grados. ¿Dónde más en la tierra podrías ser capaz de ver la aurora boreal desde la comodidad de tu cama? Situado a 250 kilómetros del interior del Círculo Polar Ártico, el hotel también ofrece sólo durante el invierno iglús de hielo, safaris con huskys, nadar en el hielo, pescar en el hielo, viajes en moto de nieve y la que dicen que es la más grande sauna de vapor del mundo. Todo esto está muy bien, pero es probable que quieras pasar el mayor tiempo posible en la sala de los mil millones de estrellas, tu habitación.